Amigos que van y vienen, amigos que se quedan aunque el infierno se congele, amigos con los que tomar una copa mientras miras al techo de cualquier antro de madrugada, amigos que escuchan tus lamentos, aunque esos lamentos ni les van ni les vienen.
Amigos que sufren cuando tu sufres, y que sonríen si tu risa es sincera.
Amigos que se preocupan hasta del suelo que pisas no vaya a ser que tropieces y te caigas.
Amigos que se cuelan en tus sueños y te indican el camino correcto desde donde el cual las pesadillas no tienen porqué aparecer.
Amigos con los cuales no hace falta hablar si no apetece, el espacio es el mismo pero cada cual respira el suyo propio.
Amigos con los que compartes confidencias, gustos y afinidades.
Amigos que te llaman sin cesar si no has dado señales de vida en 24 horas, no vaya a ser que el mundo se acabe y tu no te hayas enterado.
.
Para todos ellos, gracias, porque sin vosotros yo no sería yo, sería simplemente una humana más sin vida, un muerto viviente que se pasearía por las calles en busca de eso que todos buscamos y que algunos tenemos la suerte de haber encontrado hace muchísimo ya, buenos compañeros de viaje de esto que llaman vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario